Despues de la segunda visita.

Con el paso del tiempo, como es normal, las cosas cambian. No se si vaya a morir pronto, pero me siento así, con esa sensación de que todo sale tan bien quen no puede ser real, que un golpe fulminante se esconde para atacar en cualquier momento y arrebatarte es "felicidad", vaya palabra tan rara.

Tal vez esta parte de verle lo positivo a las cosas, sea el producto de madurar, vaya palabra también.

Le he visto dos veces en menos de tres días, situación inmemorable y mir ahora en que me quedo, en una visita esporadica, de médico, de veinte minutos, como la sobra de tiempo de las verdaderas citas. Vaya ego lastimado, pero en fin, peor es nada ¿no? o será que esa parte de pensar en el sindrome del peor es nada, es la formula que indica, que se ama de verdad y que, a la vez, finalmente, nadie es de nadie y el mundo debe de seguir girando tal cual es.

A veces tengo miedo, no siento nada y el miedo no radica justamente en no sentir nada, por el contrario es agradable, tener ciertos placeres y verlos como algo netamente edónico, sin reparar en brumas sentimentales extras... Aquí lo preocupante, es que de repente me doy cuenta que no siento nada, ante ese cuerpo, por ese cuerpo, en ese ser humano que ahora esta de vuelta, aunque me diga que nunca se ira, que nunca se haya ido.

Tengo miedo de ser cuervo y temo llegar a morder.