Hemos discutido la noche anterior. Me había dado la media vuelta y sinceramente en esa semana no pensé en ti. Me olvidé de tu ausencia el día dela foto. Los días que le siguieron mucho menos te pensé. Jueves y viernes de trabajo, sábado de escuela, me fuí a dormir temprano y fue hasta la mañana del domingo que vi tu mensaje:
Neta que lo nuestro esta cabrón. No sólo a ti te afecta.
Y me da coraje. Pero has lo que sea mejor para ti y cuidate.
Y prentendias que no hiciera nada, cuando ya te dije que de actitudes egoístas me he cansado. Quería que tuviera el valor y que dijeras: te quiero a ti, junto a mi aunque no pueda estar contigo. Te quiero y deseo ignorarlo, me falta un pedazo de mi cuando tu no estas..... Pero NOOOOOOO!, tu cobardía cierra tus labios y no deja escapar más que murmullos que prefiero no entender.
Te apagaste, te salíste de mal humor y con fastidio y comencé a buscarte. Llamé a tu casa, a tu celular y lo apagaste. El personal y el del trabajo. Te escribí. Di las patadas de ahogado. FInalmente te dije:
>vamos a comer... quiero verte
>porfas
y tu sólo contestaste:
me resulta imposible.
POR FAS take it easy, ya se me bajo el mal humor.
t busco otro dia. no se cuando. nada pronto.
No sabes cuando, nada pronto, el tiempo se me escapa de las manos y no lo quieres creer aún. Seguía aquí y pude ver tu mensaje, pero un día no habrá celulares, el correo eléctronico dejará de funcionar y muchos kilometros se interpondrán... y seguirá retumbando ese: "nada pronto".
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