Tenemos nuestro triste lenguaje. Sabemos lo que significan rojas, mirada perdida, suspiro entrecortado.
Tuvo ganas de tomar su mano. Inexplicable. Completa negación a la riculez que le implicaba tomar de la mano a alguien. No hay nada como caminar solo. Esa noche, había deseado caminar, con su mano. Raro.
Incesante, toparse de nuevo con las fotos. No importa lo que piensen los demás, no importa lo que su popia cabeza piense. Sólo pide entre susurros... que le siga contagiando su ligereza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario