Por alguna razón que aún no lograba descifrar, había llegado a la conclusión de que sólo podía escribir cuando en sus oídos vibraban las reverberaciones de las notas musicales. Justo 10 años atrás no tenía una idea clara de la diversidad de sonidos; una década después supo que las percusiones eran una droga infalible para alterar su libido, lo mismo que el chillante sonido de las trompetas.
La que había sido su compañera durante los últimos cinco meses, no entendía del indie, de lo alternativo, de la influencia de la música electrónica en éstos sonidos; ella sólo podía decir: -Suena killer- Esto al referirse al Barrel of a gun o el feel love de depeche mode; de la misma manera que denominaba hippie a todo aquello que no concordaba con la percepción del mundo “normal” en el que había vivido. Ella jamás podría no entender muchas cosas, pero ahora sabía quienes son radiohead.
II.
Lo había postergado. No sabía si era miedo a escribir, pero prefería escudarse en su pereza. Resultaba imperdonable no hacer un retrato hablado de todo aquello que entraba por sus ojos.
En el cine se percató de que aún recordaba con nitidez el cielo nublado de diciembre, en la ciudad magnolia; los aires glaciales para su piel de crecida en costa; el sonido de la alarma del bus para anunciar la siguiente parada –next stop kirby street-. Podía encoger los dedos de los pies y sentir de nuevo la textura de la alfombra gris bajo sus pies.
III. VIDEOTAPE-RADIOHEAD
No hay nada que ame tanto en el planeta como el buen sonido de unas bocinas. Comenzó el tintineo de las teclas del piano, a la vez que mi piel se erizaba. Sólo podía cerrar mis ojos en intermitencias de cinco segundos, para inhalar más aire y sentir ese sonido entre mi frente y la masa encefálica. 65 000 personas, permanecían con los ojos bien abiertos, los mismos ojos que reflejaban esas luces gigantes que envolvían a esos británicos.
1 comentario:
Ah si ya te crees por que los fuiste a ver no? :P
Publicar un comentario