lunes, septiembre 06, 2010

El mundo no se detiene

En últimas fechas adquirí uno de esos teléfonos llamados smartphone; ante las apuestas de todos mis conocidos, respecto a hacerme adicta a ese aparatillo, yo he podido contener mi ansiedad.

Es cierto que dichos teléfonos son una maravilla. La conectividad al mil por mil todo el día, todos los días, todo el año; simplemente un milagro de la comunicación, una comunicación dada practicamente en tiempo real. En los cines, restaurantes, bares, autobuses, calles, paradas de camión, iglesia, plazas zas despierta ve a tu alrededor, cuántos tiene un smartphone, cuántas personas pierden una fracción del día por tener la atención fija en el twitter, facebook, etc...

Es un poco la otra cara de la moneda.

Sucedió que un colibrí pasó volando a mi lado y yo me perdí verlo en mi hombro, porque estaba twiteando. Cuántas cosas perdemos de vista, cuánto dejamos de vivir por hacernos presa de la tecnología, cuántos libros dejamos de leer, por estar tras de la pc.

Cuándo abriremos los ojos, para darnos cuenta que el mundo no se detiene y no todo es lo que vemos a través de una pantalla. Que conste que yo amo la tecnología, nada más que abrí los ojos un ratito.

1 comentario:

Mariela Alatriste dijo...

La comunicación, como fin, tiene acercar a las personas. Sin embargo, cada día estamos más más lejos, más solos...